Como dueños responsables, siempre queremos lo mejor para nuestros compañeros de cuatro patas. Sin embargo, con tanta información circulando en internet, y los consejos bien intencionados de amigos o conocidos, es fácil sentirse confundido. ¿Comida casera o croquetas? ¿Con granos o sin granos? Estas y muchas otras preguntas y mitos pueden generar dudas difíciles de resolver sin una fuente confiable.

Teniendo esto en cuenta, hemos preparado este artículo para ayudarte a aclarar algunos de los mitos más comunes sobre la alimentación canina y brindarte información con sustento. La nutrición es una pieza fundamental para la salud de tu perro, por eso es tan importante tomar decisiones informadas. Aquí te compartimos 5 de los mitos más extendidos… y la verdad detrás de ellos.

Mito 1: «El mejor alimento es el casero, como el que como yo»

Preparar comida casera puede parecer práctico, e incluso más económico, pero si no se hace correctamente puede ser riesgoso para la salud de tu perro.

A diferencia de nosotros, los perros tienen necesidades nutricionales muy específicas. Una dieta casera sí puede ser una opción válida, pero debe estar cuidadosamente formulada por un profesional para asegurar que incluya todos los nutrientes esenciales en las proporciones adecuadas. La mayoría de las dietas caseras compartidas en redes sociales o blogs no están equilibradas, y además pueden contener ingredientes que se usan en el alimento de las personas pero que resultan tóxicos para los perros.

Los alimentos comerciales de alta calidad están diseñados por nutricionistas veterinarios y garantizan un perfil nutricional completo y balanceado, lo que asegura el bienestar y desarrollo de tu mascota.

Mito 2: «Si mi perro está ‘gordito’, significa que está sano y bien cuidado»

Las personas pueden interpretar que un perro “gordito” es un perro sano y feliz. Sin embargo, la obesidad es una enfermedad seria. El exceso de peso es muy peligroso para las mascotas al ser un factor de riesgo para otras condiciones graves como: 

  • Dolor articular (el sobrepeso ejerce mucha presión sobre las articulaciones)
  • Diabetes mellitus
  • Enfermedades cardiacas
  • Mayor riesgo durante las cirugías

🍽️ Mito 3: “Cambiar de marca de comida es malo para su estómago”

Este mito tiene una parte de verdad, pero el problema no es el cambio de alimento sino cómo se hace el cambio.

Un cambio brusco en la alimentación puede provocar molestias digestivas, como vómitos o diarrea. Sin embargo, si se realiza de forma gradual, no debería haber ningún problema. Lo más común es hacer la transición durante 7 días, aunque otros aspectos específicos en ciertos casos pueden hacer que tome más tiempo:

  • Días 1-2: 25% alimento nuevo + 75% alimento actual
  • Días 3-4: 50% de cada uno
  • Días 5-6: 75% alimento nuevo + 25% alimento actual
  • Día 7: 100% alimento nuevo

Puedes leer más sobre cómo hacer una transición adecuada de alimento en mascotas en nuestro artículo aquí.

🥩 Mito 4: “Todos los alimentos para perros son básicamente iguales, solo cambia el empaque”

¡Falso! Existen grandes diferencias entre un alimento de gama baja y uno de categoría premium o super premium, y esto se refleja directamente en la salud de tu perro.

Los alimentos de mayor calidad suelen incluir proteínas de mejor origen (como carne real en lugar de subproductos), tienen una mejor digestibilidad, y contienen ingredientes funcionales como:

  • Antioxidantes
  • Probióticos
  • Ácidos grasos Omega 3 y 6
  • Suplementos para las articulaciones

Una mejor nutrición significa una mejor piel, pelo, digestión y, sobre todo, salud general.

🐾 Mito 5: “No pasa nada si mi gato come la comida del perro (o viceversa)”

Aunque un bocado ocasional probablemente no cause daño inmediato, es muy importante que cada especie consuma el alimento diseñado para sus necesidades.

Los gatos son carnívoros estrictos y requieren más proteínas, grasas y ciertos nutrientes que no están presentes en la comida para perros. Si un gato come comida de perro de forma habitual, puede desarrollar deficiencias graves.

Del mismo modo, la comida para gatos es más calórica y rica en proteínas, por lo que si un perro la consume regularmente, puede desarrollar obesidad o incluso pancreatitis, una enfermedad potencialmente mortal.

📌 Conclusión

Ahora que hemos aclarado algunos de los mitos más comunes sobre la comida para perros, recuerda siempre informarte con fuentes confiables. No te dejes llevar por modas o recomendaciones que ves en redes sociales. La mejor guía será siempre tu médico veterinario, quien podrá orientarte sobre cuál es el alimento más adecuado para tu perro o cómo preparar una dieta casera de forma segura.

Tomar decisiones informadas sobre su alimentación es una de las mejores formas de cuidar la salud y el bienestar de tu compañero peludo. 🐾